Sé y no sé

Sé de donde vengo y no sé donde quiero llegar. Dibujo y desdibujo intenciones que me prometí cumplir hace tiempo, cuando regresé de todo y cuando necesité fijar un punto de equilibrio, varios. Sí, puede que en aquel instante decidiera hipotecar mi futuro y puede que en mi presente ya no necesite tales objetivos, porque puedo cumplir otros tantos y porque el original, el primordial, puede que haya tomado un alcance concreto y, quizás, demasiado ambicioso. Sin embargo, lo expreso bajo un puede, porque creo que nunca se sabe, que precisamente lo bueno que tiene mi presente es la forma anónima del no sé. 

Empiezo de nuevo.

Sé de donde vengo y no sé donde quiero llegar. Sé que no quiero retroceder y no sé si avanzo en el buen camino. Sé que quiero una casa distinta y no sé si buscarla aquí o allí. Sé que de las tres líneas creativas que tengo en mente puedo realizar las tres y no sé por cuál empezar primero. Sé que podría trabajar en las tres al mismo tiempo y no sé si quiero concentrarme todo el tiempo que esto supondría. Sé que no quiero encerrarme y no sé donde liberarme. Sé lo que siento y no sé lo que sentiré. Sé que me falta decisión y no sé si la decisión ya está tomada. 

Termino de nuevo.

Sé de donde vengo y no sé donde quiero llegar. 

Sé lo que dejé atrás y no sé lo que está por llegar.