20 de desembre 2008

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EL DORADO
ROBERT JUAN-CANTAVELLA
MONDADORI. BARCELONA. 2008
350 PÁGINAS. 19,90 EUROS
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CAMINO HACIA EL DORADO
HELENA ORTIZ
Desde hace un tiempo el panorama literario español se ha enriquecido con la aparición de un grupo de jóvenes escritores con espíritu inovador. Robert Juan-Cantavella es uno de los representantes de esta nueva corriente y, con El Dorado, presenciamos la consolidación de su alter ego literario, Trebor Escargot. La publicación de esta novela supone, además, dos hitos importantes: por un lado, asistimos al nacimiento de un nuevo género, el aportaje, y por el otro, nos encontramos frente a una obra que supera el formato tradicional del libro: El Dorado debe leerse acompañado de una visita a la web www.punkjournalism.com.
Entre la sátira y el costumbrismo kitsch, entre el periodismo y la fábula quijotesca, El Dorado narra las hazañas de Trebor Escargot en Marina d'Or y en el Encuentro Mundial de la Familia, escenarios de su búsqueda de El Dorado. Las andanzas de este periodista kamikaze son un tributo a la obra Miedo y asco en Las Vegas de Hunter S. Thompson quien, en los años 70, popularizó el periodismo gonzo, género surgido del New Journalism. La influencia del gonzo es innegable, de hecho Trebor Escargot es una reformulación castiza, por la caracterización del personaje y por los escenarios que nutren sus aventuras, de Spider Jerusalem, periodista gonzo que protagoniza el cómic Transmetropolitan y que comparte con Trebor Escargot el gusto por las drogas. No obstante,  Juan-Cantavella asume la influencia del gonzo para rebasar sus límites y fundar el Punk Journalism. 
La esencia del Punk Journalism es el libro que el lector tiene en sus manos: un aportaje titulado El Dorado. Pero, ¿por qué “aportaje” en lugar de “reportaje” tratándose como se trata de la exposición de un trabajo periodístico? Porque en el Punk Journalism el periodista aporta ficción a los hechos vividos, no los cuenta mediante un pacto con la veracidad. El aportaje es una narración en la que el periodista recrea aquello vivido por medio de la mezcolanza de estrategias narrativas de otros géneros, como la parodia o el cuento, la especulación azarosa o el uso directo de la mentira, que es, en definitiva, el impertativo categórico del Punk Journalism. El lector no puede, por tanto, discernir entre verdad y mentira, entre realidad y ficción. 
Sin embargo, Juan-Cantavella justifica el trabajo de Trebor Escargot, que en última instancia es el suyo, mediante una elaborada página web. Sus contenidos dilucidan un ápice de veracidad al conjunto de la narración y establecen un diálogo con algunos de los pasajes más delirantes de la novela. El lector encuentra en ella un archivo de imágenes donde puede comprobar como algunas de las descripciones o de los escenarios de la novela tienen un correlato directo con la realidad de Marina d'Or o de la Valencia papal. Además, como sucedía hace unos meses cuando la SGAE demandaba, por daños a su honor, la revista Quimera en motivo de un artículo de opinión firmado por Trebor Escargot, la web dota de entidad física al protagonista de El Dorado, permitiendo al lector reseguir, a modo de biografía, su carrera periodística. 
Entre los contenidos de la página web cabe destacar, también, un capítulo eliminado de la novela o la relación existente entre este libro y el de otro joven autor, Cut and Roll de Óscar Gual. Tras la visita a la web, el lector descubrirá un cambio de perspectiva en el enfoque de uno de los hilos argumentales que recorre toda la novela y que tiene relación con Brona, el compañero de aventuras de Trebor Escargot en la segunda parte de la novela. Se trata de un guiño a la intertextualidad, muy abundante en toda la obra, y de una muestra de amiguismo generacional entre ambos autores. Con la edición de la pàgina web, Juan-Cantavella rodondea un trabajo de campo exhaustivo, de hecho lo visibiliza y lo justifica, expande sobre la pantalla los límites físicos de la novela y propone una nueva forma de lectura que no excluye el modo tradicional. 
El Dorado se presenta, pues, como un proyecto ambicioso: es una relectura y una reinterpretación inteligente y en clave humorística de los escenarios literarios, antropológicos e históricos heredados del pasado más reciente. Cantavella dosifica con maestría las referencias literarias y los elementos de la cultura más inmediata, como los videojegos o la injesta de drogas sintéticas, para distorsoniar y deformar la realidad y, con ello, dar lugar al nacimiento de una nueva fórmula narrativa: el aportaje. La novela cuenta la verdad de la mentira de Trebor Escargot y de sus andanzas, un quijote del siglo XXI que lleva al autor hacia el mismísimo El Dorado.