18 d’octubre 2009

Basura's -a falta de una continuación-

Hubo un tiempo en el que todo tenía un sentido, mejor dicho, un significado. Un billete de tren tirado al suelo con desidia por su beneficiario implicaba una correspondencia con su biografía: quizás un cambio de lugar o puede que una discusión a la vista, quizás alguien por conocer. Los días pasaban tambaleándose como aquel, que perspicaz, consigue llegar al otro mástil ante la mirada atónita de un público atento a sus pasos por la cuerda floja. Aunque no, para él no había tal objetivo al alcance, el del otro mástil, ni aplausos al final de la jornada. Cierto, andaba a palo de ciego, pero tampoco le molestaba, se diría más, le gustaba esta libertad imprecisa. Podía hacer lo que quisiera, aunque para eso necesitaba un dinero del que no disponía. Se podría decir, pues, que vivía sin más y con alguna que otra limitación. Fuese como fuese, era un hermeneuta de los deshechos de otros.

1 comentari:

Isabel ha dit...

Déu n'hi do.... mola el text, mola, però és dens... És recent?

muaaa